Sabemos correr?

Correr es fácil dicen. Ya lo introdujo Hebert como una actividad propia y natural del hombre, pero ¿lo hacemos de forma correcta?

Si alguien nos apuntara con un revólver y dijera, corred el máximo número de vueltas en 10 minutos, estoy seguro que muchas personas se colocarían y saldrían a sprint. A las pocas vueltas, os prometo que el ritmo descenderá de forma significativa.

¿Por qué sucede esto? Existe una zona que se determina umbral aeróbico, en la que podemos mantener un ritmo estable de carrera, ya que se produce un equilibrio entre el aporte y la demanda de oxígeno.


¿Qué sucede si decidimos correr a una intensidad por la que superamos nuestro umbral aeróbico? Llegaremos al punto que marca el umbral anaeróbico, por el que el aporte de oxígeno es insuficiente para satisfacer las demandas del organismo.

¿Y cómo sé si estoy corriendo en una zona aeróbica? Se recomienda tomar las pulsaciones, si tu FC está entre 140 y 160 ppm, lo estás haciendo correctamente.

Quizás al principio vayas lento, pero ya sabes, lento pero sin pausa como la tortuga frente a la liebre.

Si lo haces correctamente y estás corriendo en un circuito, el tiempo que has necesitado para completar cada vuelta, debe ser similar. Lo que sucede en la siguiente gráfica.

Supongamos dos personas con una capacidad física similar. En la gráfica 1 podemos observar que la primera persona ha mantenido un ritmo similar durante las 9 vueltas Aproximadamente unos 47 segundos). En el caso del sujeto de la gráfica 2, ha intentado correr por encima de sus posibilidades en las 3 primeras vueltas (a unos 40 segundos), superando su umbral anaeróbico, con lo que ha tenido que bajar el ritmo y se ha tenido que situar a casi 55 segundos por vuelta.

Al finalizar la prueba, ha obtenido un mejor resultado la persona que ha mantenido un ritmo estable, a pesar de que fuera por detrás en las primeras vueltas. Por tanto, en una carrera de resistencia aeróbica, PACIENCIA. No importa cómo se empieza, sino como se acaba.

Y por supuesto, no te olvides de calentar correctamente ni de realizar una vuelta a la calma adecuada si quieres mejorar tu rendimiento.



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